El mundo está cambiando en los últimos años con rapidez, la emergencia climática y la revolución digital ha variado la naturaleza de la Agenda social, económica y ambiental. Los problemas han cambiado y también la forma de solucionarlos. La sostenibilidad se ha colocado como elemento central trayendo nuevos valores y criterios con una nueva forma de vida personal y laboral.

La revolución digital, ha introducido instrumentos que varían la forma tradicional de trabajar. La transición ecológica y la tecnológica son dos realidades incuestionables que ya están condicionando el presente y que van a condicionar el futuro. La tendencia es ir a una sociedad más sostenible, a una sociedad en constante cambio hacia esa transición ecológica ya universal, que engloba a todas las sociedades y al modo que estas se relacionan entre sí y con las administraciones que las dirigen y gestionan.

Aquí es donde entra en acción, la digitalización, que aparece como la tercera revolución industrial, donde aparece como personaje central “El Dato”, con el fin de configurar nuevas formas de trabajo, y cuya premier es “La Inteligencia Artificial” (I+A), y el manejo de algoritmos son los actores segundarios, de esta película, llamada “Transformación Digital, Papel Cero, Cambio Climático”.

Así la Unión Europea consciente de este hecho y como consecuencia de la pandemia que estamos sufriendo, crea los Fondos Next Generation, con el fin de dar ese impulso tanto ecológico como de transformación digital.

Nosotros, los Procuradores de los Tribunales, tenemos que seguir avanzando a la par que se transforma la sociedad y el mundo, avanzando y preparar nuestros despachos para esa tercera revolución industrial que se avecina de forma inminente, prepararnos para la transformación digital al igual que hicimos hace años, con el fin de seguir ostentando el papel protagonista en el manejo de las tecnologías, pero con un nuevo reto, la sostenibilidad.

La Responsabilidad Social Corporativa, ha dejado de ser un concepto abstracto, a ser una realidad y a implementar en aquellas actividades empresariales donde la RSC aparece, el prestigio a las mismas, ese sello de calidad extra y profesionalidad. Esa empresa-despacho-oficina, educada en temas sociales y medioambientales, podemos afirmar, que es la empresa actual, la empresa del futuro, comprometida con el cambio climático y con los derechos sociales, añadiendo a todo ello el aditivo también imprescindible como es la “ética”, los códigos éticos y Corporativos deben ser accesibles y comunicados y practicados por todos los que conforman las empresas, despachos, organismos y corporaciones.
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María Dolores Cantó

Decana del Colegio de Procuradores de Murcia y vicetesorera del Consejo General de Procuradores de España

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