EFQ. El Colegio de Procuradores de los Tribunales de Murcia tiene 176 años. Es un órgano de referencia, ya que de los 67 colegios que existen en España, se encuentra en el puesto número 10 y ocupa el tercero en cuanto a colegiados no ejercientes, lo que demuestra el aprecio de los colegiados a su colegio, no queriéndose desvincular del mismo, incluso cuando ya su vida activa laboral ha acabado.

–¿Cuáles son los servicios más reclamados y novedosos que ofrece el Colegio de Procuradores?
–En general, todos los servicios son de uso generalizado por los colegiados. Nuestra unidad de Subastas Procuradores cada vez tiene más aceptación al poder obtener una máxima rentabilidad al bien subastado, y en esto nos diferenciamos de la subastas electrónicas del BOE, al igual que nuestro Servicio de Depósito de Bienes Muebles. Indiscutiblemente, desde que se instauró nuestro servicio de obtención de Certificado Digital, fundamentalmente para la realización de poderes electrónicos, este servicio ha sido un éxito total, pues se han expedido más de 4.000 certificados digitales desde que se puso en marcha. Hemos conseguido que se puedan realizar los poderes electrónicos sin necesidad de acudir a las sedes judiciales, adaptándonos a los horarios de nuestros mandantes- clientes, implementando a los diferentes procesos judiciales de la agilidad e impulso necesarios y descongestionando las oficias y sedes judiciales, algo muy necesario en estos tiempos de pandemia.

–¿Cuál ha sido la labor del colegio y colegiados durante la pandemia?
–Tal y como se recoge en el RD 463/20, donde se regula el Estado de Alarma, los procuradores estamos considerados como profesiones esenciales. En el primer confinamiento tuvimos que pedir a nuestro personal del colegio un esfuerzo extra. Ofrecimos información a nuestros colegiados por medio de circulares todos los días, incluidos sábados y domingos. Asistimos al cierre de las sedes judiciales, suspensiones de plazos, vistas… y luego al trabajo de la reapertura de las mismas. Participamos en las mesas de trabajo creadas al efecto por nuestro TSJ, a fin de afrontar esta situación de incertidumbre y desconocida.
Incluso pusimos a disposición del TSJRM nuestro personal del colegio, con el fin de facilitar la puesta en marcha de la Administración de Justicia en la Región. Repartimos más de 120.000 notificaciones, y no dejó de funcionar nuestro servicio de turno de oficio, en especial el de violencia sobre la mujer. Hemos puesto en marcha las medidas necesarias de protección ante la Covid, tanto en las sedes colegiales como en las diferentes salas de notificaciones de las que dependen del Colegio de Procuradores de Murcia, a fin de poder desarrollar el trabajo con la seguridad necesaria. Igualmente, y a pesar de la pandemia, desde el Colegio y en concreto desde su comisión de Responsabilidad Social Corporativa, participamos con éxito la pasada navidad en la creación del proyecto de recogida de alimentos y juguetes ‘Murcia Solidaria’, en colaboración con Cruz Roja Española y Cáritas.

«Somos un colectivo que está a la  vanguardia en la utilización de nuevas herramientas tecnológicas»

–¿Cuáles son las principales demandas del colectivo y a qué desafíos se enfrenta la profesión?
–Es necesario que se entienda que los Procuradores de los Tribunales ya no somos los grandes desconocidos, que somos colaboradores necesarios de la Administración de Justicia, ya que aportamos las famosas tres ‘E’: eficacia, eficiencia y efectividad en la tramitación de los procedimientos en los que intervenimos.

Por eso demandamos la obligatoriedad de nuestra presencia en todos los tipos de jurisdicciones y tener más funciones en los procesos de ejecución. Es necesario confeccionar un nuevo proceso de ejecución en España, de la mano de los procuradores, pues somos un colectivo preparado y dispuesto a asumir más funciones de las encomendadas. Parece ser que las nuevas reformas legislativas van por ese camino.

–¿Qué papel tiene la tecnología?
–Los procuradores de los Tribunales, así como los que pertenecen al Colegio de Procuradores de Murcia están a la vanguardia en la utilización de nuevas herramientas tecnológicas. Hemos superado el modelo de procurador cargado de papeles en el juzgado. El procurador del futuro tiene una gran habilidad y destreza en el manejo de nuevas tecnologías, para comunicarnos no solo con la administración de justicia sino con otras administraciones. Estamos inmersos en una tercera revolución industrial, la de las tecnologías, las aplicaciones telemáticas, la inteligencia artificial (I+A) y la transformación digital de la Administración de Justicia. Los procuradores de los Tribunales tenemos que estar preparados para este gran cambio. Pero lo que sí demandamos es la seguridad necesaria en el manejo de las herramientas tecnologías que utilizamos y en las que están por llegar. Necesitamos que funcionen de una forma correcta y resolver con celeridad las posibles caídas de los sistemas para no generar incertidumbre y estrés. Así se evitarían los posibles errores que se puedan cometer como consecuencia de las disfunciones en el funcionamiento de las plataformas tecnologías, que pueden causar graves perjuicios al justiciable.

–¿Qué importancia tiene para los procuradores la formación?
–Somos un colectivo en constante formación, como profesionales del derecho que somos. Con la pandemia, en el colegio hemos tenido que adaptarnos a la hora de impartir los cursos de forma telemática, como los programas formativos del Centro de Estudios del Consejo General de Procuradores de España, galardonado en el pasado congreso de la Unión de Profesionales, que incluyen cursos para nuevos colegiados así como de reciclaje. También ofrecemos formación en Mediación. Somos uno de los pocos colegios de procuradores de España certificado como Institución de Mediación. Apostamos por la mediación como medio alternativo de resolución de conflictos. El colectivo de los procuradores, es un colectivo que, sin más remedio tiene que estar formado y actualizado, de lo contrario es imposible el ejercicio de nuestra profesión.

Fuente: LA VERDAD 30.04.21